Traslado al Fundo La Molina
La década de los años 20 no fue una época particularmente feliz para la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria. La expansión de la ciudad de Lima hacia el Sur Oeste, con la apertura de la Avenida Leguía, llamada posteriormente la Avenida Arequipa, la cesión de numerosos lotes de terreno del fundo Santa Beatriz, por el gobierno, con diversos fines de expansión urbanística o cesión a las más diversas entidades sociales, deportivas ó académicas, y la no compensación del valor económico de los terrenos así sustraídos al fundo Santa Beatriz para beneficiar a la Escuela, fueron factores negativos en el desarrollo de la institución. Parecía claro que el gobierno del Presidente Leguía no daba una prioridad a la enseñanza agrícola que tan auspiciosamente había iniciado sus actividades dos décadas antes y cuyos efectos benéficos, a través del trabajo de sus egresados, eran reconocidos en todo el país.
La posición de los Directores de la Escuela, en la década de los años 20, con relación a la ubicación de la Institución.
Durante los años 1922 y 1923, había estado a cargo de la Dirección de la Escuela, el Ingeniero Agrónomo Casimiro Gutiérrez Madueño, egresado de la institución. Frente al crecimiento de la ciudad y no obstante la gran disminución del área del fundo Santa Beatriz, que afectaba seriamente las actividades de la Escuela y los Centros Experimentales, el Ingeniero Gutiérrez creyó posible que la Escuela podía continuar en su misma ubicación, con una reorganización en sus actividades y en sus planes de estudios. Era esto, en realidad, un sueño imposible. En Mayo de 1924, el lng. Georges Vanderghem, fundador de la Escuela, volvió a hacerse cargo de la Dirección de la misma. En una forma mucho más realista se convenció que la única solución para continuar las actividades de la Escuela con efectividad, era trasladarla a una nueva ubicación, en alguna hacienda situada en el área rural del mismo valle del Rímac.
Vanderghem había encontrado a la Escuela, al regresar a ella como su Director después de algo mas de 12 años, en una situación sumamente seria. En su primera Memoria en esta nueva etapa, la de fines de 1924, él se expresaba en términos muy desalentadores sobre la situación de la enseñanza y la experimentación en la institución. Sugería que la enseñanza no era satisfactoria, habiéndose convertido la Escuela en una “institución de enseñanza puramente teórica”. Decía además “Todos los elementos para que (la enseñanza) sea al mismo tiempo práctica faltan y, sin embargo, recibir la instrucción práctica es la condición indispensable para que los ingenieros agrónomos egresados, puedan rendir inmediatamente los servicios que de ellos se espera”.
Por otro lado, la Granja Escuela, que era la Escuela de Capataces Agrícolas, tuvo que ser cerrada, pues era imposible otorgar una enseñanza que debería ser básicamente práctica, en ausencia de campos de cultivo.
El Director concluía en su Memoria, que la Escuela ya no llenaba completamente los fines para los cuales había sido creada en 1902; y, decía que “No hay duda que, por la necesidad de la expansión urbana, habrá que trasladar la Escuela, en un tiempo muy cercano, a un sitio más adecuado. Esta traslación será la mejor oportunidad para establecerla con todas sus dependencias, sobre bases sólidas, aprovechando de la experiencia adquirida en sus 25 años que va a tener de existencia”.
Propuesta de reorganización de la Escuela formulada por el Director, Ing. Agrónomo Georges Vanderghem.
En la misma memoria del año 1924, el lng. Agrónomo Georges Vanderghem proponía una reorganización que comprendía cinco puntos: 1) la ubicación de la Escuela, 2) el plan de estudios, 3) la reorganización del profesorado y las secciones, 4) la Granja Escuela y 5) el régimen del alumnado.
Por otro lado, el Director proponía que la nueva Escuela estuviera en el sector rural, en las áreas agrícolas aledañas a la ciudad de Lima. Afirmaba que: “En resumen, para reunir las ventajas de una instrucción sólida en un centro científico y la instrucción objetiva en los campos, la Escuela de Agricultura debe estar radicada cerca de Lima, rodeada de una extensión de terreno de mas o menos sesenta fanegadas. en las que se instalarán los campos de experimentos, la Granja-Escuela y una explotación agrícola completa, destinada a la enseñanza práctica. Así lo había comprendido el Supremo Gobierno, cuando en 1901, al crearla, le adjudicó todo el fundo Santa Beatriz”.
“Los alrededores de Lima son muy adecuados a la ubicación de la Escuela y de la Granja. El clima permite el cultivo de las principales plantas de la agricultura nacional: la caña de azúcar, el algodón, la vid, el arroz, el olivo, todos los cultivos de pan llevar y los pastos. La ganadería es también muy próspera. Existen muchas instalaciones industriales agrícolas: ingenios de azúcar, destilerías, lecherías modelos, molinos, cervecerías, curtiembres, desmotadoras de algodón, fábricas de aceite, etc., etc., que pueden servir a la enseñanza práctica y como centros de aplicación. Estas condiciones favorables, no pueden encontrarse en ninguna otra situación, siendo en todos los otros valles del país la agricultura más especializada y no encontrándose, en ningún otro, agrupadas tantas y diferentes industrias derivadas de la agricultura y ganadería. Lima ofrece, también, la ventaja de que existen vías de comunicación rápida para trasladarse a la Sierra, a las grandes explotaciones ganaderas del Centro y a la Montaña”. Con relación a los otros puntos de la reorganización, lo referente al plan de estudios era una modificación ligera de lo ya existente, incidiendo más en la enseñanza práctica. Proponía un régimen de internado para el estudiantado, la reinstalación de la Granja-Escuela, un cambio sustancial en el régimen administrativo y económico y, finalmente, un cambio del profesorado hacia una mayor dedicación a las labores de la Escuela, incluyendo no sólo la enseñanza, sino también la experimentación y la investigación.
En el discurso de orden, que el lng. Vanderghem había pronunciado con ocasión de la celebración de la Bodas de Plata de la Escuela, mencionó que, el 31 de Diciembre de 1926, el Congreso había aprobado la ley Nº 5635 que autorizaba la venta de los terrenos en beneficio exclusivo de la Escuela. Mencionó también, que el 21 de Diciembre de ese mismo año, el Supremo Gobierno había aprobado los acuerdos tomados por la Comisión encargada de buscar una nueva ubicación para la Escuela, y que había seleccionado 70 fanegadas en el fundo “La Molina”, como la nueva sede para la Escuela.
Al tomar esta decisión, la comisión había considerado una serie de circunstancias favorables, como la excelente calidad de las tierras de ese fundo, el clima favorable, la distancia a la ciudad de Lima, el costo relativamente bajo del traslado, la próxima existencia de la carretera de Lima a Chosica, que cubriría un buen trecho del camino al nuevo fundo, entre otras.
También se consideró como un factor favorable, el hecho que la Sociedad Nacional Agraria acababa de adquirir parte de los terrenos del mismo fundo de La Malina, para establecer la Estación Experimental de dicha institución. Con esta ubicación de la Escuela se lograría reunir en un mismo espacio físico a la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria, la Granja Escuela, propuesta nuevamente, la Estación Central Agronómica del Estado y la Estación Experimental Agrícola de la Sociedad Nacional Agraria. Todas ellas tenían un fin común, el de la educación, experimentación e investigación; y de información y difusión de los conocimientos técnicos y científicos agrícolas.
A partir del año 1927, la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria se encontraba ya en condiciones sumamente precarias para la enseñanza superior agronómica. Sin embargo, existía la tranquilidad que se estaban iniciando las acciones para la compra del fundo “La Molina”, para la construcción de las necesarias edificaciones que servirían para la Escuela, y para el eventual traslado a la nueva ubicación.